miércoles, 3 de abril de 2013

Capítulo décimo.

¡Hola! Os tengo que comunicar una cosa: he decidido que los fans de mi libro se van a llamar décimos. Como todos los fans de algo tienen un nombre, pues vosotros no vais a ser menos. También estoy pensando en hacer un segundo libro, la segunda parte de La Décima Prueba. Me gustaría saber qué os parece. Ponedlo en los comentarios. Muchas gracias, décimos.




Capítulo décimo.

-¡Tiya! ¡Por fin te veo! Me tienes que explicar un millón de cosas. ¡Hola, Marcus!-digo, al sentarme en el hueco que queda libre al lado de Tiya.
-¿Qué cosas tengo que contarte?-dice Tiya, sorprendida.
-¡Hola, Chris!-dice Marcus.
-Pues tienes que decirme dónde te has metido estos últimos días. ¡Llevo dos días sin saber nada de ti! ¿Dónde estabas?
-¿Yo? Pero si he ido a clase.
-Es cierto-confirma Marcus.
-No, no puede ser. Lo recuerdo perfectamente. Tú no viniste a clase y yo te llamé y respondiste, pero después se oyeron unos gritos y…
-¡¡Ja, ja, ja, ja!! ¿Gritos? ¿Enserio? Chris, cariño, tú nunca me has llamado-me interrumpe Tiya.
-¡¡Que sí!! ¡¡Lo recuerdo!!
-Chris, ¿estás bien? ¿O te has vuelto loca? ¿Qué te has tomado por la mañana? Ja, ja, ja.
-Ja, ja, ja, ja-la acompaña Marcus. ¿Por qué se ríen de mí? Ellos nunca lo harían.
 Estoy segura de haberlo hecho, la llamé y… ¿qué he hecho esta mañana? Me doy cuenta de que no lo recuerdo. ¿Cómo aparecí en aquella sala blanca? Pero… ¿por qué no me acuerdo? Qué extraño es todo esto. Tiya y Marcus no me tratan como normalmente lo hacen, y a Kate ya la doy por perdida, por algo la llamo Kill. Y además no recuerdo qué hice esta mañana… ¿Qué me ha pasado?
-Oh, hola… Personas. Si se os puede llamar así-Karelle empieza a hablar, y toda la sala guarda silencio repentinamente. Ella sigue siendo tan “simpática” como siempre. Yo diría que le guardamos demasiado respeto-.Bien, tengo que comunicaros que acabo de cambiar de opinión, no vais a tomaros vuestras píldoras del conocimiento. No queremos que os acordéis de todo lo que hacéis en las pruebas. Sentimos haberlo puesto en vuestra rutina, pero vuestro ex –secretario se equivocó. Pero tranquilos, no lo volveréis a ver.
En ese preciso momento, un sollozo sale del fondo de la sala. “No,  mi Padre… ¡Asesina!” Decía la voz.
-¿Quién ha dicho eso?-la expresión de Karelle cambia por completo. Pasa de estar sonriente (si a eso se le puede llamar sonrisa) a tener su expresión típica. Seria. Muy seria. Y mirada asesina. Parece que le guste matar a las personas. Es odioso.
-¡¡Yo lo he dicho!! ¡¡Mátame si quieres!!
-Está bien, como quieras. Llevadlo a Skeyndor-dice, dirigiéndose a sus guardaespaldas.
No era la primera vez que veía una escena como esta. Lo odio.


2 comentarios:

  1. Hola! bueno, hoy descubrí este libro y queria decirte que es buenísimo! el tema está muy bien conseguido chica! jajaja bueno muchooos besooos espero el siguientee
    fdo: Fátima reyes :)

    ResponderEliminar
  2. Graciaaaas:) No sabes cuánto me alegra ver un comentario como este jajajaja Me alegro de que te guste, me lo trabajo mucho, la verdad. Muuuuchos besaaazos guapisimaa;)

    ResponderEliminar